El papel es uno de los productos más sostenibles, ya que está hecho de recursos renovables. Es biodegradable y además una fuente de energía renovable. Cuando los árboles crecen, absorben el CO2 de la atmósfera y el papel continúa almacenando carbono durante toda su vida útil.
El papel reciclable conserva los recursos naturales, ahorra energía, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y no va a parar al vertedero. El reciclaje de papel también reduce nuestra dependencia de los productos petrolíferos y evita el daño que el plástico provoca en el medio ambiente. El papel es el producto más reciclado de Europa: más del 72 %.
Los organismos biológicos pueden descomponer los productos de papel en CO2, agua y biomasa. Esto significa que el papel contamina mucho menos que sus principales alternativas.
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